La señora Ministra de Hacienda acaba de decir una de las pocas cosas sensatas y claras de todas las que estamos oyendo acerca del nuevo sistema de financiación autonómica en las últimas semanas: que a este paso, a las Autonomías les va a tocar devolver dinero al Estado en los próximos años.
El sistema de financiación de las Comunidades Autónomas (exceptuando Pais Vasco y Navarra) está basado en un principio de participación impositiva y corresponsabilidad fiscal, de tal forma que las figuras de mayor importancia recaudatoria son, grosso modo, tributos estatales. De la recaudación del IRPF y del IVA , el 33% y el 35% respectivamente van a parar a las regiones. También el 40% de determinados Impuestos Especiales. Por otra parte el llamado Fondo de Suficiencia (cierre del sistema) se basa en aplicar a una base que procede del año 1999 el índice de variación de la recaudación de los impuestos del Estado. Todo ello supuso 92.347 millones de euros en 2007.
Un inciso: realizada la liquidación definitiva de 2007, la Comunidad Valenciana ocupa el último puesto en el ranking de las Autonomías en financiación per cápita. Al final lo hemos conseguido. Fin del inciso.
Pues bien, según los últimos datos conocidos, la recaudación del Estado bajó en 2008 un 12%, en lugar de subir como había previsto Solbes un 7%. Eso quiere decir que las autonomías se encuentran con 11.000 millones de euros menos que en 2007 de los cuales la mitad ya se deben, porque los anticipos a cuenta se han calculado sobrevalorados y el resto se dejarán de cobrar, al contrario de lo que sucedía en los años anteriores en los que la liquidación definitiva era positiva.
En el ejercicio 2009 va a implantarse un nuevo sistema cuya principal característica es el aumento en la participación de los tributos citados (IRPF e IVA suben hasta el 50%, los Impuestos Especiales al 58%, y otros hasta el 100%) Todo lo demás acerca de los nuevos criterios de reparto entre Autonomías y la variopinta panoplia de recursos adicionales que el Gobierno pone encima de la mesa son pura estética, aunque parece que lo único que importa a algunos es saber cuánto les va a corresponder de la venta de ese “cántaro de leche” que de forma tan sugestiva promete el Gobierno y que tanta ilusión le hace a la izquierda independentista de Cataluña..
Pero lo que verdaderamente importa es cuánto dinero hay para repartir y resulta que en 2009 los tributos fuente del sistema van a ver disminuida su recaudación en un 19% respecto a 2008. O sea, vayamos calculando que hay cerca de 15.000 millones menos aún que el año pasado en que ya se perdieron 11.000
Llegado a este punto parece que el Gobierno no ve más solución que aumentar los impuestos. Es decir, si baja la recaudación se suben los tipos impositivos y de esa forma se compensa la diferencia. Asunto arreglado. Lo malo es que al igual que las autonomías no van a tener más ingresos por aumentar su participación en los impuestos del Estado, el Estado no va a tener más ingresos por aumentar los tipos impositivos a los ciudadanos. De esa forma podemos entrar en un círculo vicioso que lleva inevitablemente a la “administración de la pobreza” y no precisamente al “estado del bienestar”.
Seré breve,ya sabemos que cuándo la izquierda ha teminado con la hucha del ahorro sólo les queda
que dejar el poder,para que la derecha la vuelva ha llenar